Algunos de mis colegas arqueólogos en la actualidad lamentan haber nacido en esta época, ya que le hubiera gustado nacer en la "gran era de los grandes descubrimientos arqueológicos, ser testigos de esos hallazgo o aventurarse que estudiamos solo en libros".
En lo personal, me gusta una buena aventura arqueológica, habría sido increíble ser parte de las expediciones que descubrieron los sitios clásicos que hoy conocemos en la literatura.
Pero en la actualidad,
tenemos a disposición una visión de hacer arqueología que los especialistas
llaman ARQUEOLOGÍA ESPACIAL. Y esto está sucediendo ahora,
por tal razón creo firmemente que hoy es el momento más emocionante en la
historia para ser arqueólogo.
Por su parte, la arqueología
espacial se refiere a la utilización de los sistemas espaciales y sensores a
bordo para descubrir los antiguos asentamientos, restos y vestigios culturales
naturales que no eran visibles a simple vista, u ocultas debido a la vegetación
y el agua. Los arqueólogos en estos tiempos pueden utilizar un conjuntos
de datos de satélites de la NASA y comerciales, procesamiento de la información
utilizando diferentes programas informáticos "off-the-shelf".
Estos conjuntos de datos
nos permite ver más allá de la parte visible del espectro de la luz de
infrarrojo cercano, medio y lejano. Estas
diferencias espectrales pueden mostrar diferencias sutiles en la vegetación, el
suelo y la geología, los cuales pueden revelar características ocultas antiguas.
Entonces comienza la
verdadera diversión, dado que los arqueólogos han
demostrado posibles "nuevas" características, pueden importar los
datos en sus portátiles e iniciar la prospección de campo o trabajo de
excavación.
Pero la tecnología no
significa que no necesitamos cavar en la tierra, es sólo que sabemos mejor
dónde hacerlo. Utilizando esta
tecnología, los arqueólogos encontraron muchos miles de sitios previamente
desconocidos.
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